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Los siete hábitos de la gente altamente efectiva - Stephen R. Covey.

HÁBITO 1: SE PROACTIVO

HÁBITO 2: COMENZAR CON UN FIN EN MENTE

HÁBITO 3: PRIMERO LO PRIMERO

HÁBITO 4: PENSAR EN GANAR/GANAR

HÁBITO 5: BUSCAR EN COMPRENDER PRIMERO Y DESPUÉS SER COMPRENDIDO

HÁBITO 6: SYNERGIZAR

HÁBITO 7: AFILAR LA CIERRA

Hábito 1: La proactividad otorga la libertad para poder escoger nuestra respuesta a los estímulos del medio ambiente. Nos faculta para responder (responsabilidad) de acuerdo con nuestros principios y valores. Ésta es la cualidad esencial que nos distingue de los demás miembros del reino animal. En esencia, es lo que nos hace humanos y nos permite afirmar que somos los arquitectos de nuestro propio destino.

Hábito 2: Comenzar con un fin en mente hace posible que nuestra vida tenga razón de ser, pues la creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en nuestras vidas. Después de todo, para un velero sin puerto cualquier viento es bueno.

Hábito 3: Primero lo primero. Como corolario del proceso de victoria privada, después de adoptar el hábito de la proactividad que permitirá asumir responsabilidad, y habiendo definido el fin que se desea alcanzar, es esencial saber cuál es el siguiente paso. Este capítulo trata sobre eso. Se sugieren herramientas y métodos de priorización. Además incluye un cuadro en el que muestra las cosas urgentes y las importantes haciendo referencia a las personas que por no priorizar tareas su vida se mantiene en constantes actividades urgentes y continuo afán haciendo de este una persona reactiva.

Hábito 4: Pensar en ganar/ganar (beneficio mutuo) nos permite desarrollar una mentalidad de abundancia material y espiritual, pues nos cuestiona la premisa de que la vida es un «juego de suma cero» donde para que alguien gane, alguien tiene que perder. Cuando establecemos el balance entre nuestros objetivos y los objetivos de los demás podemos lograr el bien común. Cuando nuestra determinación se balancea con la consideración para con los demás, estamos sentando las bases para la convivencia y la equidad entre los seres humanos.

Hábito 5: Buscar comprender primero y después ser comprendido es la esencia del respeto a los demás. La necesidad que tenemos de ser entendidos es uno de los sentimientos más intensos de todos los seres humanos. Este hábito es la clave de las relaciones humanas efectivas y posibilita llegar a acuerdos de tipo ganar/ganar.

Hábito 6: Sinergizar es el resultado de cultivar la habilidad y la actitud de valorar la diversidad. La síntesis de ideas divergentes produce ideas mejores y superiores a las ideas individuales. El logro de trabajo en equipo y la innovación son el resultado de este hábito.

Hábito 7: Afilar la sierra (mejora constante) es usar la capacidad que tenemos para renovarnos en las cuatro dimensiones: física, emocional, mental y espiritual. Es lo que nos permite establecer un balance entre todas las dimensiones de nuestro ser, a fin de ser efectivos en los diferentes papeles (roles) que desempeñamos en nuestras vidas.

Fuente: http://goo.gl/XD1Ae

13 errores fatales en que incurren los gerentes y como evitarlos - W. Steven Brown

ERROR FATAL N° 1: Rehusar responsabilizarse

ERROR FATAL N° 2: Fallar en promover el desarrollo de la gente

ERROR FATAL N° 3: Tratar de controlar los resultados en lugar de influir en el pensamiento

ERROR FATAL N° 4: Juntarse con el grupo inapropiado

ERROR FATAL N° 5: Dirigir a todas las personas de la misma manera

ERROR FATAL N° 6: Olvidar la importancia de las utilidades

ERROR FATAL N° 9: Concentrarse en los problemas, más bien que en los objetivos

ERROR FATAL N° 8: Actuar como compañero, no como jefe

ERROR FATAL N° 9: Dejar de establecer normas

ERROR FATAL N° 10: Fallar en el entrenamiento de su gente

ERROR FATAL N° 11: Tolerar la incompetencia

ERROR FATAL N° 12: Reconocerles los méritos únicamente a los máximos realizadores

ERROR FATAL N° 13: Tratar de manipular a la gente

Inteligencia Emocional - Daniel Goleman

Goleman señala que la inteligencia, como la entendemos habitualmente, no alcanza para tener éxito en la vida. Al respecto, se apoya en la opinión de varios colegas suyos para quienes la inteligencia representa solamente el 20% de los factores que determinan el éxito, mientras que el 80% restante depende de otros varios factores, entre los cuales está la “inteligencia emocional”.

Goleman, define la inteligencia emocional como, “las habilidades para ser capaces de motivarse y persistir frente a las decepciones; controlar el impulso y demorar la gratificación, regular el humor y evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar, mostrar empatía y abrigar la esperanza.”

No Más Pálidas-Cuatro Actitudes para el Éxito - Enrique Baliño & Carlos Pacheco

Muchas veces nos  preguntamos por qué algunas empresas son exitosas y otras no. Por qué algunas organizaciones son capaces de estar siempre a la vanguardia y otras no. Al final del día las empresas se componen de personas, que son quienes definen su destino.

Durante más de 20 años tuve la responsabilidad de dirigir equipos multidisciplinarios, multiculturales, reales, virtuales y globales. Y he tenido la posibilidad de conocer personas que consistentemente tenían éxito y otras que no. Como  manager o  líder he observado  ciertos comportamientos de centenas de personas que  los convertían en individuos exitosos que construían equipos exitosos que, a su vez, impulsaban empresas exitosas.

Definición

La primera observación es que los individuos que tienen éxito, definen el éxito de una forma especial: para ellos el éxito no es un destino, es un viaje. Las empresas que tienen éxito, también lo definen como un viaje. Hace muchos años tuve el honor de presidir la Asociación Uruguaya para la Calidad y la Excelencia (AUECE) y una de las empresas fundadoras, ALCAN, había redactado una frase que lo sintetiza todo: “la calidad no está en las cosas que hace la gente…la calidad está en la gente que hace las cosas”. Y ¿cómo es la gente de calidad?

Es la que tiene éxito (definido como viaje). La gente de calidad  –exitosa- demuestra un conjunto de actitudes y comportamientos distintivos.

Las actitudes y las palabras

Esas actitudes se evidencian verbalmente, se manifiestan mediante lo que decimos y en nuestra

forma de actuar, a  través de lo que hacemos. En los últimos 15 años, estudios sobre el comportamiento humano en las organizaciones y la sociedad muestran que  los sistemas humanos se mueven en dirección a las preguntas y a los temas que tratan todos los días. Las palabras que usamos construyen nuestro mundo (“words build worlds”). Lo que decimos no es neutro. La conversación sobre posibilidades genera posibilidades, el diálogo sobre problemas no mejora la moral del equipo, estimula la queja colectiva, baja la moral del equipo y en definitiva reduce su efectividad o productividad.

Cuatro actitudes

Existen 4 actitudes que están en los individuos que tienen éxito:

1. Actitud Positiva-Futuro.

Los individuos que tienen éxito muestran una característica distintiva: son positivos.

Los positivos tienen una visión muy particular del futuro. Dicen: “El único lugar donde vamos a vivir el resto de nuestras vidas es en el futuro”. Saben que cada uno es “arquitecto de su propio destino”.

Los positivos distinguen sólo dos tipos de problema: los que se pueden resolver y los que se deben manejar.

Los positivos son diferentes de los optimistas. Los optimistas esperan que el futuro sea mejor.

Los positivos son quienes se atreven a hacer las cosas y no sólo a hablar de las cosas.

Ser positivo implica enfrentar las pálidas y los comentarios fatalistas y eso requiere muchísimo carácter.

Los positivos crean Valor Económico. Son los positivos los que tienen el coraje para arriesgar y, por lo tanto, invertir para dinamizar la prosperidad de las naciones. El nivel de inversión de un país es uno de los indicadores de la presencia de esta actitud en la comunidad.

Tienen un dialogo constructivo, casi siempre están hablando de las oportunidades y pocas veces de los problemas. No se quejan. Hacen mucho más que lo que dicen. Contagian a otros con su visión positiva del futuro. Están llenos de energia.

2. Actitud de Equipo-Fuerza

Los individuos que tienen éxito saben que ninguno de nosotros en forma individual es mejor que la suma de todos nosotros. Están dispuestos a hacer el sacrificio personal para que el equipo gane. En el presente, cualquier negocio lucrativo es altamente complejo y la  empresa debe movilizar toda la inteligencia de todos sus integrantes para tener la posibilidad de ganar la competencia. En el futuro, la complejidad será mayor, no menor. Management es precisamente el arte de movilizar y coordinar toda esa inteligencia para realizar la misión de la empresa.

La Actitud de Equipo es la que permite cultivar la confianza en la organización y la comunidad.

Y la confianza es el elemento clave que permite desarrollar un lugar especial, un ambiente especial, la prosperidad y el éxito. Los individuos exitosos construyen confianza alrededor de sí mismos. Saben que la confianza no se decreta, se gana.

Trabajar en equipo, -teamwork- no es "un montón de gente haciendo lo que yo digo".  Equipo implica un sacrificio: "¿qué voy a sacrificar yo para ser un mejor teamplayer?".

3. Actitud de Mejora Continua-Evolución

Los individuos que florecen una vez y otra también, tienen éxito en forma sostenida, saben que en una sociedad del conocimiento, la base de la superación es adquirir nuevas habilidades todos los días. Los individuos que tienen éxito abrazan el cambio sin escepticismos y sin miedo al fracaso. Muy por el contrario, con pasión y con entusiasmo. Cuando trabajan saben que tienen 2 trabajos -no uno-:  el primero:  cumplir/exceder la tarea asignada.  El segundo: transformar la tarea, en forma permanente, para que  la próxima vez sea hecha en forma más eficiente y efectiva. Saben que hacer las cosas bien, pero siempre de la misma forma, no es suficiente.

Estos individuos también cuestionan absolutamente todo, en forma permanente. Son incansablemente exigentes y nunca están conformes con los resultados o con la forma actual de hacer las cosas. Pero cuestionan algo mas que los procesos, las herramientas y lo que hacen los otros: se cuestionan a sí mismos. Antes de ser exigentes con otros, son exigentes con sí mismos.

4. Actitud de Responsabilidad -“Dueño”

Las personas que florecen y tienen éxito recurrentemente son dueños de su destino, se sienten propietarios de sus éxitos y también de sus fracasos. Entienden que son los resultados, no el esfuerzo, el que “se paga”. No le echan la culpa a otros o a la suerte cuando no les va bien.

Tienen el coraje y la valentía de reconocer sus fallas, identifican sus errores y tratan de no repetirlos.

Los individuos incansablemente exitosos saben que el valor de la inteligencia es muy importante, pero es relativo. Saben que la inteligencia  per se, no logra  mover nada. Es la voluntad la que “mueve”. El mundo está lleno de personas inteligentes que no han hecho nada.

Tienen tan internalizada la actitud de responsabilidad que sienten que son ellos quienes pueden transformar el rumbo y viven con un claro sentido de urgencia: “si no es ahora, ¿cuándo?”

Recuerdan y practican este pensamiento de Thomas A. Edison: "El único lugar donde Éxito está antes que Trabajo, es en el diccionario".

En Resumen

Una definición y cuatro actitudes. Estos cinco elementos son los impulsores del éxito individual y organizacional. Y lo cierto es que no hay excusas para no actuar según esa definición y esas cuatro actitudes. Ello es independiente de las inclemencias  del tiempo y mucho menos del gobierno de turno. Sin embargo, hay personas que las practican y otras que no. Las primeras tienen éxito, las segundas no. Algunos las llevan a la práctica sistemáticamente, todos los días de su vida, en todas las actividades que les toca llevar a cabo. Se puede decir que las “viven”. Y vaya si es clave esto último. Porque enseñamos lo que sabemos, pero contagiamos lo que somos. Las personas exitosas practican lo que predican, lideran mediante el ejemplo.

Fuente: http://goo.gl/aeTxS

El poder de la intención - Wayne W.Dyer

Dyer habla de 12 pasos básicos a seguir para manejar el poder de la intención:

1. Desea mas por los demás que por ti mismo.

2. Actúa como si ya tuvieras aquello que deseas.

3. Se agradecido con lo que tienes, valora lo que tienes.

4. Mantén la armonía con la fuente.

5. No pongas resistencia alguna. Nada de sentimientos y pensamientos que bajen tu vibración.

6. Visualízate rodeado por las condiciones que quieres crear.

7. Permítete que la fuente llegue a ti.

8. Practica la humildad radical. Recuerda lo que eres realmente.

9. Mantén un estado de gratitud permanente

10. No condenes los problemas, no te avergüences de ellos.

11. Siempre pregúntate si estas en consonancia con la fuente.

12. Medita, es tu conexión directa con la fuente.

¿Quién se ha llevado mi queso? - Dr.Spencer Johnson

Es un libro motivacional escrito en el estilo de parábola, que nos habla del cambio y nos describe las típicas reacciones ante el mismo. Nos deja una serie de consejos aplicables al trabajo y en general en nuestras vidas: