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¿Cómo va a ser tu día hoy? – Mario Benedetti


Esta mañana desperté emocionado 
con todas las cosas que tengo que hacer 
antes que el reloj sonara. 

Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante. 
Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener. 

Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso 
o puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas. 

Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero 
o puedo estar contento que mis finanzas me empujan 
a planear mis compras con inteligencia. 

Hoy puedo quejarme de mi salud 
o puedo regocijarme de que estoy vivo. 

Hoy puedo lamentarme de todo 
lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo 
o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido. 

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas 
o puedo celebrar que las espinas tienen rosas. 

Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos 
o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones. 

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar 
o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo. 

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela 
o puedo abrir mi mente enérgicamente 
y llenarla con nuevos y ricos conocimientos. 

Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar 
o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente, cuerpo y alma. 

Hoy el día se presenta ante mi esperando a que yo le de forma y aquí estoy, 
soy el escultor. Lo que suceda hoy depende de mi, 
yo debo escoger qué tipo de día voy a tener. 

Que tengas un gran día... a menos que tengas otros planes.


La vidaMadre Teresa de Calcuta


La vida es una oportunidad, aprovéchala;

la vida es belleza, admírala;

la vida es beatitud, saboréala,

la vida es un sueño, hazlo realidad.


La vida es un reto, afróntalo;

la vida es un juego, juégalo,

la vida es preciosa, cuídala;

la vida es riqueza, consérvala;

la vida es un misterio, descúbrelo.


La vida es una promesa, cúmplela;

la vida es amor, gózalo;

la vida es tristeza, supérala;

la vida es un himno, cántalo;

la vida es una tragedia, domínala.


La vida es aventura, vívela;

la vida es felicidad, merécela;

la vida es vida, defiéndela




El día de trabajo - Carlos Castro Saavedra


No basta con llegar a la oficina o al surco, o al taller, cuando apenas comienza el día, y laborar como lo indica la costumbre.  Lo que importa es poner en el trabajo, diariamente, amor y buena voluntad, para que el pan salga dorado de los hornos, bien hecho y bien cocido, y los dibujos de las telas nuevas, al recibir el agua de la lluvia, no pierdan sus colores.


Es un deber del sacristán tocar con entusiasmo la campana y sentir que la música que cae de la torre, sobre la plaza de los pueblos es buena para el alma de los hombres.  El carpintero que hace mesas, o alcancías o armarios, no puede contentarse con serruchar en forma ciega.  Tiene la obligación ante si mismo y ante los demás de hacer bien su trabajo y dejar en las tablas un poco de su espíritu.


Cuando se siembra una semilla con pereza y desgano, nacen legumbres pobres, sin color y sin brillo, y árboles que no pueden con sus nudos ni con el peso de los pájaros.  Tanto el esfuerzo material, como el intelectual, exigen devoción, calor humano, para poder dar frutos perdurables.


Haga bien su trabajo, barrendero; deje la calle limpia y dibuje en el suelo, con la escoba, grandes mapas de música.  Haga bien su trabajo, soldador; trate de que la mano no le tiemble cuando el fuego comience a cocer los metales.  Haga bien su trabajo, Capitán: Lleve los buques hasta el puerto, con mano firme y ojos vigilantes.

Haga bien su trabajo, todo el mundo: El vendedor de helados inclusive, para que un grito suyo - uno solo-, refresque los caminos del verano.


Licencia - Mario Benedetti (Poemas de la oficina)


Aquí empieza el descanso.

En mi conciencia y en el almanaque

junto a mi nombre y cargo en la planilla

aquí empieza el descanso.

Dos semanas.


Debo apurarme porque hay tantas cosas

recuperar el mar

eso primero

recuperar el mar desde una altura

y hallar toda la vida en cuatro olas

gigantescas y tristes como sueños


mirar el cielo estéril

y encontrarlo cambiado

hallar que el horizonte

se acercó veinte metros

que el césped hace un año era más verde

y aguardar con paciencia

escuchando los grillos

el apagón tranquilo de la luna.


Me desperezo

grito

poca cosa

qué poca cosa soy sobre la arena

la mañana se fue

se va la tarde

la caída del sol me desanima

sin embargo respiro

sin embargo

qué apretujón de ocio a plazo fijo.


Pero nadie se asusta

nadie quiere

pensar que se ha nacido para esto

pensar que alcanza y sobra

con los pinos

y la mujer

y el libro

y el crepúsculo.


Una noche cualquiera acaba todo

una mañana exacta

seis y cuarto

suena el despertador como sonaba

en el resto del año

un alarido.


Aquí empieza el trabajo.

En mi cabeza y en el almanaque

junto a mi nombre y cargo en la planilla.


Aquí empieza el trabajo.

Mansamente.

Son

cincuenta semanas.




Oración de San Francisco de Asis


Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:

donde haya odio, ponga yo amor,

donde haya ofensa, ponga yo perdón,

donde haya discordia, ponga yo unión,

donde haya error, ponga yo verdad,

donde haya duda, ponga yo la fe,

donde haya desesperación, ponga yo esperanza,

donde haya tinieblas, ponga yo luz,

donde haya tristeza, ponga yo alegría.


Oh, Maestro, que yo no busque tanto

ser consolado como consolar,

ser comprendido como comprender,

ser amado como amar.

Porque dando se recibe,

olvidando se encuentra,

perdonando se es perdonado,

y muriendo se resucita a la vida eterna.



La Gente que me gusta - Mario Benedetti (?)


Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.


Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.


Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.


Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.


A estos los llamo mis amigos.


Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.


Me gusta la gente que con su energía, contagia.


Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.


Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.


Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.


La gente que lucha contra adversidades.


Me gusta la gente que busca soluciones.


Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.


Me gusta la gente que tiene personalidad.


Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.


La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.


Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.




Antigua Oración Irlandesa


Que la tierra se haga camino ante tus pasos,

que el viento sople siempre a tus espaldas,

que el sol brille cálido sobre tu cara,

que la lluvia caiga mansamente sobre tus campos,

y hasta tanto volvamos a encontrarnos,

Dios te guarde en la palma de su mano.




Desde los afectos - Mario Benedetti


¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?

Que uno tiene que buscarlo y dárselo…

Que nadie establece normas, salvo la vida…

Que la vida sin ciertas normas pierde formas…

Que la forma no se pierde con abrirnos…

Que abrirnos no es amar indiscriminadamente…

Que no está prohibido amar…

Que también se puede odiar…

Que la agresión porque sí, hiere mucho…

Que las heridas se cierran…

Que las puertas no deben cerrarse…

Que la mayor puerta es el afecto…

Que los afectos, nos definen…

Que definirse no es remar contra la corriente…

Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja…

Que negar palabras, es abrir distancias…

Que encontrarse es muy hermoso…

Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida…

Que la vida parte del sexo…

Que el por qué de los niños, tiene su por qué…

Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad…

Que saber todo de todos, es curiosidad malsana…

Que nunca está de más agradecer…

Que autodeterminación no es hacer las cosas solo…

Que nadie quiere estar solo…

Que para no estar solo hay que dar…

Que para dar, debemos recibir antes…

Que para que nos den también hay que saber pedir…

Que saber pedir no es regalarse…

Que regalarse en definitiva no es quererse…

Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos…

Que para que alguien sea, hay que ayudarlo…

Que ayudar es poder alentar y apoyar…

Que adular no es apoyar…

Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara…

Que las cosas cara a cara son honestas…

Que nadie es honesto porque no robe…

Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo…

Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte…

Que se puede estar muerto en vida..

Que se siente con el cuerpo y la mente…

Que con los oídos se escucha…

Que cuesta ser sensible y no herirse…

Que herirse no es desangrarse…

Que para no ser heridos levantamos muros…

Que sería mejor construir puentes…

Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve…

Que volver no implica retroceder…

Que retroceder también puede ser avanzar…

Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol…


¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?



Caminante No Hay Camino  - Antonio Machado


Todo pasa y todo queda,

pero lo nuestro es pasar,

pasar haciendo caminos,

caminos sobre el mar.


Nunca persequí la gloria,

ni dejar en la memoria

de los hombres mi canción;

yo amo los mundos sutiles,

ingrávidos y gentiles,

como pompas de jabón.


Me gusta verlos pintarse

de sol y grana, volar

bajo el cielo azul, temblar

súbitamente y quebrarse…


Nunca perseguí la gloria.


Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.


Al andar se hace camino

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.


Caminante no hay camino

sino estelas en la mar…


Hace algún tiempo en ese lugar

donde hoy los bosques se visten de espinos

se oyó la voz de un poeta gritar

“Caminante no hay camino,

se hace camino al andar…”


Golpe a golpe, verso a verso…


Murió el poeta lejos del hogar.

Le cubre el polvo de un país vecino.

Al alejarse le vieron llorar.

“Caminante no hay camino,

se hace camino al andar…”


Golpe a golpe, verso a verso…


Cuando el jilguero no puede cantar.

Cuando el poeta es un peregrino,

cuando de nada nos sirve rezar.

“Caminante no hay camino,

se hace camino al andar…”


Golpe a golpe, verso a verso.



Te Quiero - Mario Benedetti


Tus manos son mi caricia 

mis acordes cotidianos 

te quiero porque tus manos 

trabajan por la justicia 


si te quiero es porque sos 

mi amor mi cómplice y todo 

y en la calle codo a codo 

somos mucho más que dos 


tus ojos son mi conjuro 

contra la mala jornada 

te quiero por tu mirada 

que mira y siembra futuro 


tu boca que es tuya y mía 

tu boca no se equivoca 

te quiero porque tu boca 

sabe gritar rebeldía 


si te quiero es porque sos 

mi amor mi cómplice y todo 

y en la calle codo a codo 

somos mucho más que dos 


y por tu rostro sincero 

y tu paso vagabundo 

y tu llanto por el mundo 

porque sos pueblo te quiero 


y porque amor no es aureola 

ni cándida moraleja 

y porque somos pareja 

que sabe que no está sola 


te quiero en mi paraíso 

es decir que en mi país 

la gente viva feliz 

aunque no tenga permiso 


si te quiero es porque sos 

mi amor mi cómplice y todo 

y en la calle codo a codo 

somos mucho más que dos.



Primavera - Pampelmusa

La lluvia renueva y en su paso lo hace como enojada.
El danzar de las hojas son cabellos lavados.
Cómo me gustaría danzar con la fuerza del viento y ser sujetada firmemente entre sus brazos.
También las rosas tienen espinas, y toda mujer al final revela su esplendor.

Así como la lluvia trae aire fresco, eso anhelo en mi vida.
Respirar, respirar, respirar.
Las ramas esperan en quietud ser sacudidas, renovadas.
Yo soy la hierba y vos el viento.

Hay cosas como estas que suceden y ya no importan ocultar, o creo que ya no tanto.
El misterio es no saber de qué lado se moverá la rama, nadie puede predecir ni el momento ni la intensidad de la curva.
Algo similar es lo que ocurre en mí.
Elimino todo miedo, al menos lo intento.

Mi cuerpo aflora, se expande en feminidad.
Más de una región he robado al alma.
No sé qué cosa es pero la disfruto.
Me gusta estar al borde de éste camino.

Algo me dice que tengo que recorrerlo.
Soy yo conociéndome?
Soy yo misma?
Escribiéndome?

Mi flaqueza es el miedo a no poder continuar.
Alma mía no llores, la lluvia no son lágrimas, son baños de luna. Observa el universo, todo es para ti.
Relájate, ámate, bésate y acéptate como eres.
Sencilla como la hierba del campo, soleada como la ventana de una casa antigua, que por grande deja entrar al sol hasta la cocina.

Tibia como la cama en invierno, sábanas desprolijas han de quedar.
Hasta mañana y buen despertar.