Peligro. En aumento del gasto que reste margen para hacer frente a crisis

Crecimiento más lento en el mediano plazo, baja en los precios de los commodities, necesidad de llevar adelante correcciones en el plano fiscal y monetario y continuidad en las fuertes entradas de capital, es lo que prevé el BID para la región.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) divulgó ayer su informe macroeconómico "Replantear las reformas. Cómo América Latina y el Caribe puede escapar del menor crecimiento mundial", en el marco de su Asamblea Anual de Gobernadores en la ciudad de Panamá.

"Debido a los vientos en contra que soplan desde los principales bloques económicos de la economía mundial, se espera que la región de América Latina y el Caribe crezca más lentamente en el mediano plazo" y una de las causas de ello es "la disminución prevista de los precios reales de los productos primarios", afirmó el organismo.

"Los precios más bajos de los productos primarios significan un deterioro de los términos de intercambio para la mayoría de los países de la región y, por lo tanto, tienen un impacto negativo en los ingresos. A su vez, es probable que esto provoque una tasa de crecimiento más baja del consumo privado", agregó.

El economista jefe del BID, José Juan Ruiz, dijo en la presentación del informe que "los precios de los productos primarios pueden caer y se espera un menor ritmo de crecimiento del comercio, lo cual tendrá un efecto desalentador en el crecimiento de la región".

Con ese escenario, Ruiz criticó que "el margen para llevar a cabo políticas macroeconómicas fiscales y monetarias tradicionales es limitado".

Para el organismo, "el peligro de una política fiscal expansiva en lugar de contracíclica es la erosión de la credibilidad y del margen fiscal para contrarrestar cualquier perturbación futura", según el informe.

"Los balances fiscales más débiles son un motivo de preocupación en las actuales circunstancias", se añadió. Este es el caso de varios países, entre ellos Uruguay que tiene un déficit fiscal de 2,7% del Producto Interno Bruto.

Aún así, hay países que están peor en la región. El organismo incluye un cuadro con el cambio en el balance fiscal entre 2012 y 2007, donde Uruguay ocupa el 9° lugar entre los que más se deterioraron de 21 países relevados.

Para prepararse para ese escenario de menor expansión de la economía regional que prevé, el BID sugirió "ahorrar una gran parte de las rentas temporales en tiempos de auge y asegurar que el gasto relacionado con imprevistos, gasto inducido por períodos de auge en los ingresos fiscales, fomente el crecimiento".

En cuanto al rol que puede jugar la política monetaria para apoyar la actividad, se advirtió que "un relajamiento inadecuado de la política monetaria podría sencillamente conducir a presiones inflacionarias, con escaso impacto real en el crecimiento". Además evaluó que "debido a la fuerte liquidez global y a las bajas tasas mundiales de interés" es probable "que la región siga siendo testigo de fuertes entradas de capital que buscan rentabilidad".

Agregó que "quizá los bancos centrales deban resistir las presiones revaluacionistas" de sus monedas frente al dólar. Esto es algo que ha realizado el Banco Central (BCU) al comprar en dos meses y medio el 81% de las divisas que adquirió en todo el año pasado.

Según el BID también "se pueden considerar otros instrumentos" para hacer frente al ingreso de capitales "como la esterilización de las entradas de capitales, los requisitos de reservas anticíclicos, los requisitos de capital o los requisitos de provisiones a los bancos para que moderen los ciclos de crédito, y controles específicos a los flujos de capital". Algunas de estas herramientas fueron utilizadas por el BCU. No obstante, el organismo advirtió que "los efectos" de estos instrumentos "pueden ser parciales en el mejor de los casos y que pueden inducir a otras distorsiones".

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Fuente: El País Digital - Uruguay