En Sudamérica, Paraguay es la economía que más avanzó en cuanto a Producto Interno Bruto (PIB) entre el 2012 y el 2016, con una expansión total del 24%, según el informe anual de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El organismo de las Naciones Unidas señala que Panamá lidera el ranking de crecimiento del último quinquenio, mientras Venezuela es el país que más cayó, dentro de América Latina. En tanto, América Latina y el Caribe acumulan una expansión del 5,1%. A Paraguay le siguen Perú y Colombia, con 21% y 18%, respectivamente, mientras que Argentina y Brasil retrocedieron. Es decir, cayeron 0,6% y 2,5% cada uno en los últimos 5 años, de acuerdo al informe anual de Cepal.
Estas caídas, en tres países cuyos PIB son importantes en la región, inciden fuertemente en abatir el indicador del crecimiento de toda la América Latina, de acuerdo a un análisis de Infobae.com. “La importancia de nuevas inversiones de carácter productivo es clave para interpretar, porque algunas naciones crecen, mientras que otras están estancadas o incluso retroceden. El promedio de inversiones como proporción del PBI se ubica en alrededor del 20% en América Latina. Pero en Panamá este indicador se ubica en nada menos que 40%, así que no debe sorprender que este país lidere en estos últimos años el crecimiento”, destaca.
En el 2016, Brasil registró inversiones por un 17% de su PIB, Argentina 15%, mientras que el menor nivel de inversiones en toda la región le corresponde a Venezuela, donde las inversiones representaron en el 2016 apenas el 4% del PBI del país, de acuerdo a los datos de Cepal.
Por otro lado, en este 2017, Paraguay se enfrentará a un entorno regional y mundial más complejo, en donde solo el precio de los commodities, sumado al factores internos, está “a favor” de la economía. En ese sentido Cepal, en su informe, proyecta un crecimiento de Paraguay de 3,8%, inferior a lo que se tuvo durante el 2016, que fue de (4%).
Cepal argumenta que el crecimiento del PIB estará sustentado por mayores niveles de inversión pública y privada, y por una positiva pero moderada producción de energía eléctrica.
Fuente: La Nación |