- La crisis de la deuda soberana está entrando en una “fase preocupante”
- Cuando Grecia implemente las medidas a las que se comprometió, contará con apoyo financiero
- Se necesitan reformas para lograr un mejor desempeño de la economía a largo plazo
La situación económica en Europa se ha deteriorado considerablemente en los últimos meses.
La economía está sufriendo ahora una notable desaceleración, y la crisis de la deuda soberana está entrando en una nueva fase más preocupante, señaló Antonio Borges, Director del Departamento de Europa del FMI.
En gran medida, la evolución en Europa refleja lo que está sucediendo en todo el mundo, con una desaceleración del comercio mundial y un crecimiento más lento en Estados Unidos.
Pero también se ha reducido el gasto de los consumidores y se ha deteriorado la confianza en los mercados. El actual proceso de consolidación fiscal frena aún más el crecimiento, afirmó Borges.
Según las proyecciones del FMI, en la zona del euro el crecimiento será de 1,6 % en 2011, y de 1,1 % en 2012, con significativas diferencias entre los países.
“Si la situación se mantiene como ahora, la economía sencillamente entraría en terreno pantanoso. Pero cada vez que la economía se desacelera, siempre existe el riesgo de que se desacelere aún más, y es ese riesgo lo que nos desvela”, dijo Borges el 23 de septiembre en una conferencia de prensa realizada en el marco de las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI. En ese contexto, el FMI ha recomendado un cambio matizado de las políticas.
Dado que no existen presiones inflacionarias, el FMI consideraría positivo que se adoptara una política monetaria más expansiva para hacer frente a los riesgos de deterioro de las perspectivas. En materia fiscal, algunos países no tienen otra opción que seguir saneando sus presupuestos. Pero otros países tienen mayor margen de maniobra y deberían permitir que operen plenamente los estabilizadores automáticos, señaló.
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